Una pregunta que genera cierta inquietud y curiosidad...personal. ¿Cómo es esto de experimentar en una película austera, que se estrena en dos salas, como “Agua y sal”, y un exitazo que arrastra a millones de personas, como “Amanecer”, de la saga “Crepúsculo”?
Es raro, pero a mí me gusta pendular entre lo masivo y el cine de autor. Es una necesidad trabajar aquí y allá. Yo pongo por delante el tipo de labor, el guión, la gente con la que trabajo y me pareció muy interesante venir a la Argentina para rodar junto a Alejo Taube y Rafael Spregelburd “Agua y sal”. Me hace bien hacer este tipo de películas después de esos monstruos como la saga de “Crepúsculo” y, antes, “Poseidón”. Me brinda equilibrio.
¿Sos la misma persona? ¿Tenés el mismo entusiasmo?
Por supuesto. Trabajo con la misma seriedad, pasión y entusiasmo. Eso no se negocia. Es mi principal capital.
A más de diez mil kilómetros, del otro lado de la línea, se escucha una voz calma, baja, y se percibe un pensamiento maduro, profesional... Es Mía Maestro, la actriz porteña, de 33 años, que hace más de una década está radicada en Los Angeles y, aunque no guste, cuelga con el cartelito “actriz latina que triunfa en Hollywood”. “Sé que soy poco conocida allí, pero bueno, es lógico, no vivo hace tiempo, y los trabajos más fuertes los hice aquí, en Estados Unidos”. No se equivoca Mía, que fue descubierta por Carlos Saura para el film “Tango” (1998); sin embargo, su figura cobró resonancia “allá arriba”, con la popular serie “Alias”, la mencionada “Poseidón” y “Amanecer Parte 1”. “Si bien aparezco poco en el capítulo uno, tuve la posibilidad de interpretar el soundtrack ‘Rain’, que fue escuchado por millones de personas, algo muy importante para lanzar mi carrera como cantante”, advierte.
¿Cómo es eso?
Siempre fui una apasionada por la música, pero por algún motivo, nunca terminaba de jugármela. Pero desde hace cuatro años me desinhibí y ahora estoy por sacar mi primer disco “Behind the Eye”, de folk alternativo, con todas composiciónes mías.
Sería una buena oportunidad para venir a presentarlo en Argentina...
Me encantaría. Yo tengo muy en cuenta a mí país, y ahí donde me sale trabajo, yo voy corriendo.
Por “Crepúsculo”, ¿tuviste algún vínculo con Robert Pattinson y Kristen Stewart?
Sí, son bárbaros, múy cálidos y tranquilos. La verdad que nos llevamos bárbaro; de hecho, a Robert le dejaba mi perrito Terrier cuando yo tenía que rodar.
¿Qué te espera en Los Angeles?
Es una época galas relacionadas al cine, como los Globos de Oro, el Oscar. También hay audiciones y castings, tengo que promover “The Savages”, de Oliver Stone, la segunda parte de “Amanecer”, en la que tengo más presencia y, fundamentalmente, el lanzamiento de mi CD.
¿Cómo fue trabajar con Oliver Stone?
Una gran experiencia. Me dirigió en “The Savages”, un drama en el que encarno a una mujer que es la esposa del personaje de Benicio del Toro. El tema es que Oliver no me quería dar el papel porque decía que, por mi personalidad, yo no estaba a la altura, por el alto grado de violencia física y verbal. Entonces lo desafié a que me hiciera un casting; él aceptó aunque insistió que era una pérdida de tiempo.
Tenías que haberle apostado algo...
Es verdad. Pero lo mejor fue demostrarle que pude componer semejante rol.
Es raro, pero a mí me gusta pendular entre lo masivo y el cine de autor. Es una necesidad trabajar aquí y allá. Yo pongo por delante el tipo de labor, el guión, la gente con la que trabajo y me pareció muy interesante venir a la Argentina para rodar junto a Alejo Taube y Rafael Spregelburd “Agua y sal”. Me hace bien hacer este tipo de películas después de esos monstruos como la saga de “Crepúsculo” y, antes, “Poseidón”. Me brinda equilibrio.
¿Sos la misma persona? ¿Tenés el mismo entusiasmo?
Por supuesto. Trabajo con la misma seriedad, pasión y entusiasmo. Eso no se negocia. Es mi principal capital.
A más de diez mil kilómetros, del otro lado de la línea, se escucha una voz calma, baja, y se percibe un pensamiento maduro, profesional... Es Mía Maestro, la actriz porteña, de 33 años, que hace más de una década está radicada en Los Angeles y, aunque no guste, cuelga con el cartelito “actriz latina que triunfa en Hollywood”. “Sé que soy poco conocida allí, pero bueno, es lógico, no vivo hace tiempo, y los trabajos más fuertes los hice aquí, en Estados Unidos”. No se equivoca Mía, que fue descubierta por Carlos Saura para el film “Tango” (1998); sin embargo, su figura cobró resonancia “allá arriba”, con la popular serie “Alias”, la mencionada “Poseidón” y “Amanecer Parte 1”. “Si bien aparezco poco en el capítulo uno, tuve la posibilidad de interpretar el soundtrack ‘Rain’, que fue escuchado por millones de personas, algo muy importante para lanzar mi carrera como cantante”, advierte.
¿Cómo es eso?
Siempre fui una apasionada por la música, pero por algún motivo, nunca terminaba de jugármela. Pero desde hace cuatro años me desinhibí y ahora estoy por sacar mi primer disco “Behind the Eye”, de folk alternativo, con todas composiciónes mías.
Sería una buena oportunidad para venir a presentarlo en Argentina...
Me encantaría. Yo tengo muy en cuenta a mí país, y ahí donde me sale trabajo, yo voy corriendo.
Por “Crepúsculo”, ¿tuviste algún vínculo con Robert Pattinson y Kristen Stewart?
Sí, son bárbaros, múy cálidos y tranquilos. La verdad que nos llevamos bárbaro; de hecho, a Robert le dejaba mi perrito Terrier cuando yo tenía que rodar.
¿Qué te espera en Los Angeles?
Es una época galas relacionadas al cine, como los Globos de Oro, el Oscar. También hay audiciones y castings, tengo que promover “The Savages”, de Oliver Stone, la segunda parte de “Amanecer”, en la que tengo más presencia y, fundamentalmente, el lanzamiento de mi CD.
¿Cómo fue trabajar con Oliver Stone?
Una gran experiencia. Me dirigió en “The Savages”, un drama en el que encarno a una mujer que es la esposa del personaje de Benicio del Toro. El tema es que Oliver no me quería dar el papel porque decía que, por mi personalidad, yo no estaba a la altura, por el alto grado de violencia física y verbal. Entonces lo desafié a que me hiciera un casting; él aceptó aunque insistió que era una pérdida de tiempo.
Tenías que haberle apostado algo...
Es verdad. Pero lo mejor fue demostrarle que pude componer semejante rol.